lunes, 4 de mayo de 2009

Tiempos de influenza

Hola,

después de muchos días de ausencia, la influenza porcina ha ayudado a que se den las condiciones para que yo pueda dedicar un rato de ocio a escribir algo que quizá nadie lea.

Dentro de las recomendaciones que se han emitido están el lavarse las manos constantemente, distanciamiento social, es decir, estar recluido cada quien en su casa y evitar el contacto con otras personas, si hay necesidad de salir, estornudar en el interior del codo y usar cubrebocas.

El día de ayer el presidente Calderón se pronunció orgulloso de la respuesta de los mexicanos, ya que hemos acatado las recomendaciones lo que ha demostrado la responsabilidad civil de todos nuestros compatriotas.

Por motivos que ahorita no vienen al caso, tuve la necesidad de salir de mi encierro y pude constatar que es cierto que los mexicanos hemos sido precavidos y les muestro las evidencias.
Agustín Melgar con cubrebocas:


Un VW bora:

Y hasta la preciosa Julieta sigue las indicaciones:

lunes, 12 de enero de 2009

Juego de te



Ayer fui a recorrer el tianguis de antigüedades que se pone en Av. México y Chapultepec, desde hace algún tiempo tenía ganas de ir a curiosear, creo que mi esposo estaba muy de buen humor (o no quería que le diera problemas porque en la tarde iba a ser el partido del Atlas vs. Pachuca) porque en cuanto le pedí que fueramos accedió.

Fué agradable hacer el recorrido, me tocó ver puestos con viejos libros y revistas, entre ellos había muchos libros de historia, revistas de Kaliman, Hermelinda linda, no pensé que alguien las guardara y no me imagino quien quiera comprarlas, pero como dicen, para todo hay gente. Había otros puestos con fierros viejos, unos todos oxidados sin que por ello necesariamente fueran antigüedades y bueno, para los no conocedores como yo, pudieramos pensar que si lo son. Me sorprendí mucho de ver mas de un puesto con objetos de cristal cortado, algunas de las piezas iguales a algunas que tenía mi mamá, había una bombonera idéntica a una que ella tuvo y se le rompió la tapa, también vi unas hieleras de cristal cortado iguales a unas que tenía mi mamá, si cuando ella vivía la hubiera llevado ahí creo que se habría sorprendido y hubiera salido con mas de una bolsa de compras.

Algo que llamó mucho mi atención fue un juego de te de porcelana, en cuanto lo vi pensé en mi niñez, en ese momento no tenía la imagen clara, solo sabía que alguien en mi familia había tenido uno como ese, le dije a Carlos -esa tetera es musical, me acerqué y preguntéude mas el precio -650, es musical, mire. La señorita lo levantó del piso y me lo dio para que pudiera apreciar la musica. Seguí viendo el resto de los puestos, pero al finalizar mi recorrido regresé por el dichoso juego de te, lo he traido a casa, nada que ver con el estilo de mis cosas, pero lo he puesto en un lugar especial, tal como lo tenía mi abuela en su casa, en la vitrina del comedor.